3 elementos clave en tu cuento infantil

3 elementos clave en tu cuento infantil

La escritura de un cuento infantil no tiene una fórmula perfecta. Escribir está sujeto a la libertad de creación de cada persona, pero sí hay ciertos elementos que deben estar presente en la mente de todo escritor, al menos como referencia. Vamos a exponer aquí cuatro elementos que te ayudarán a estructurar o escribir tu cuento.

¿Qué encontraras en este artículo?

  1. Primera clave: nada es imposible
  2. Segunda clave: define los personajes
  3. Tercera clave: recuerda para quién escribes

Primera clave: nada es imposible

Lo primero que hay que tener en cuenta para escribir un cuento infantil es saber que nada es imposible, y menos, en la literatura infantil. Pero cuidado, no te olvides de la verosimilitud. Aunque una escena sea sorprendentemente fantástica, mágica, o revolucionaria, tiene que aparecer como verosímil en la mente del niño o niña. En caso contrario, se generará una confusión que llevará al abandono de la lectura.

Partiendo de que nada es imposible, toma como referencia elementos de la vida diaria, de la vida cotidiana, y transfórmalos en especiales. Cualquier detalle puede servir como punto de partida. Esto hará que los lectores hagan volar su imaginación, pero encontrando siempre un referente real, lo que ayudará a la memorización e identificación. Es decir, hacer de tu obra un referente.

Segunda clave: define los personajes

Por lo general, en los cuentos infantiles, no conviene mezclar diferentes tipos de personajes. Explicamos esto con más detalle. Existen personajes de tipo mitológico, animal, fantasioso, reales, históricos, etc. Antes de comenzar a escribir, e incluso antes de comenzar a dar forma a cada personaje, define cuál será el grupo que protagonizará tu cuento.

¿Por qué? Porque los cuentos infantiles son historias lineales en las que todo debe rodar siempre hacia adelante, y al igual que no es conveniente hacer saltos en el tiempo, tampoco lo es hacer saltos en referencia a la naturaleza de los personajes. Si defines, por ejemplo, que serán los animales quienes protagonizarán tu cuento, puedes crear diferentes animales, con personalidades distintas, etc. E incluso incluir algún humano, o algún elemento mitológico, pero sin perder nunca el foco: son los animales quienes llevan la voz en el cuento.

Esto hará que se cree un ambiente unificado en tu cuento, que el niño sienta un apego a esos personajes. Por el contrario, si saltamos de unos personajes a otros, en primer lugar, los niños tendrán mucha dificultad para adaptarse a ellos, y en segundo, no lograrán identificarse o apegarse a ninguno.

Tercera clave: recuerda para quién escribes

No todos los cuentos infantiles son iguales. Aunque todos se dirijan a un ‘público infantil’, dentro de este grupo, hay subdivisiones. A la hora de comprar un libro infantil, además de las características propias del mismo, un factor clave es la clasificación por edad.

Ten muy en cuenta el rango de edad al que se va a dirigir tu obra. Esto hará que sea adquirida por unos u otros menores, y por tanto, ha de adaptarse a ellos. No es lo mismo escribir para un infante de entre 1 y 3 años, que para uno de entre 8 y 10. Aunque el boceta de la historia pueda ser el mismo, esquematiza en qué dirección iría según el público al que se dirija.

Los elementos en los que residen las diferencias serán: la evolución del ambiente, el tono del diálogo, y la calidad verbal de las acciones. Es decir, a medida que sea para una edad más avanzada, sustituye los diálogos simples por oraciones con verbos algo más complejos.